sábado, 19 de mayo de 2012

Plop!

Más alto volás, más es duro es el piso cuando caes. Hasta que no caes, no te das cuenta de que estabas volando. Mientras tanto, está bueno volar. Si está bueno, ¿por qué no volar, entonces?


Te invito a volar, lo más alto que puedas. ¿El límite? El cielo. Yo nunca llegué… Te desafío.


A lo mejor se te engancha la remera en la punta de una estrella y nunca más bajás. Vas a ver lo divertido que puede ser ver a otros estampillarse la cara contra el piso. Bueno, por lo menos, eso fue lo que me dijeron.


No me quiero imaginar las veces que se habrán reído de mí. Pero no importa. Hasta que no llegue, no paro.

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