¿Viste cuando bajás un par de canciones y las escuchás una y
otra vez? ¡Cuando me doy cuenta que hago eso, me doy bronca! Entonces le mando
“reproducir todo” a todas las carpetas de música y en modo aleatorio. Siempre
que hago eso, me sorprendo de mí misma con las canciones que alguna vez bajé y
que no escucho porque ni me acordaba que las tenía. A algunas las borro y a otras
las escucho con más entusiasmo, dependiendo de lo que me haga acordar.
“La música nos transporta a otros momentos de nuestras
vidas”.
A ese principio ya lo
conocía. A todos nos pasa todo el tiempo, ¿no? A una que otra ya no la puedo
escuchar porque pasaría a ser un acto masoquista, aunque a veces me pongo a
prueba. Casi nunca las termino de escuchar.
“Ese extraño momento en que una canción de Manuel Wirtz
describe a la perfección lo que te pasa”.
Este me dejo helada. Me acuerdo que bajé esa canción porque
es muy conocida y ese día había descubierto que era de él. Una vez que pasó el típico momento de emoción
(que incluye aprenderse la letra), la dejé de escuchar, para volver a mis
clásicas.
El otro día me había emocionado con unas canciones de
Scorpions, así que usé el mismo método: Reproducir todo. Y pasó lo
escalofriante. No voy a decir qué canción es porque quien me conozca un
poquito, sacaría sus propias conclusiones con rapidez. Lo que sí reconozco es
que apareció el Sr. Wirtz y, en pocas palabras, me dijo lo que me pasaba. En
sí, no es que toda la letra la pegaba. Sólo el estribillo, pero cuenta igual.
Hay que admitirlo: sus temas son pegadizos, y mal no canta
el tipo... pero, en serio… ¿Manuel Wirtz? Daaaale.
Ahora voy a probar con Arjona.
Uuu a donde me ha deparado el dedicarle tiempo a la lectura onlain! Me tendria que haber enterado antes de este blog, ahora tengo que ir para atras un montonazo. Bueno, chau.
ResponderBorrarTu puedes cerebrito! :P
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