lunes, 20 de mayo de 2013

Lo matinal

No sé si a ustedes les pasa, pero por lo menos yo me acuerdo de lo que soñé a la noche durante el desayuno. Y hoy no fue la excepción.


Mientras miraba un punto fijo (creo que la cortina, porque me siento siempre en el mismo lugar) y tomaba el primer trago de café, tuve esa famosa racha de luz. Apenas pude terminar de armar la escena ordenadamente en mi mente, me sorprendí tanto que tengo que escribirlo.


Como ya he contado en otra oportunidad*, me siento mal cuando al despertar me doy cuenta de que cometí un pseudo asesinato. Sin embargo, hoy no puedo decir lo mismo. Paso a contarles brevemente la no-pesadilla (porque al final, no fue una pesadilla… ya saben).


Resulta que llego a lo que creo era mi casa y pregunto por la persona. Alguien me responde, con la voz un poco afectada por la sorpresa, que esa persona no. “¿No qué?”, insistí en saber. “Que no… que murió. No te quisimos decir”. Acto seguido, yo acomodo una silla y ¡fin del sueño!


No sentí remordimiento ni durante el sueño, ni al recordarlo. ¿Extraño, no? No es que le desee la muerte, ni tenga odio acumulado; tampoco tenía a esa persona en mente en las últimas horas. Y, no obstante, ese sentimiento en el sueño es muy parecido a lo que esta misma, desde hace un tiempo,me forzó a tener.


http://rachasdeluz.tumblr.com/post/32808843376/conclusionesnocturnas 

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