domingo, 1 de diciembre de 2013

¡A vos, quierosaberlotodo!

Léase lo escrito a continuación con voz reflexiva y no efusiva, ya que así fue pensado. De lo contrario, haga lo que se le cante el culo (eso también con la misma voz).

Qué hermosa es esa duda que motiva, y a la vez qué inútil.

La rutina es esa sed de saber cosas que nunca serán del todo comprensibles, aquellas con las que nadie tiene la última palabra. Nada está del todo mal… ni del todo bien. Es una inquietud de querer ponerle un punto final a lo que parece tan complicado al divino pedo, como si este mundo careciera de complejidad. “Los grandes hacen ver las cosas más complicadas de lo que son en realidad”, pensaba. Y lo sigo pensando –no soy tan vieja-. Debe haber un centro de creación de problemas para que los ignorantes nos mantengamos entretenidos por largas horas de pensamiento cíclico. Un tema cansa, ¡pero el stock es inagotable!

Esto me hizo acordar a la escuela. Te daba sueño el solo pensar en levantarte temprano todos los días, las integradoras, algunos profesores. No veías la hora de terminar. Pasan los años y finalmente encontraste esa línea divisoria entre el cielo y la tierra, ese horizonte tan lejano al principio… ¿y ahora? Sinfín de horizontes. ¡Qué problema! ¿”Qué problema”?

La vida es eso, supongo. Estar puliendo y cuestionando todo lo que se pueda, siempre que traigamos bajo la manga una propuesta de solución. Si no, chito la boca, cocorito/a.

Nunca fui la sabelotodo en nada. Siempre fui la quierosaberlotodo en casi todo, incluso en terrenos barrosos e inseguros. (Evidencia: clases de semiótica)

Sin embargo, cada vez que sabés algo nuevo, tenés también una nueva responsabilidad. Es el qué hacer al respecto. Esa delgada línea entre ser periodista de investigación o un chusma; abogado de la vida o la vieja que mira la calle desde su casa.

No hay que meter la nariz donde no te llaman, dicen. ¿Será que, como mi nariz no es pequeña, me entero hasta de lo que no quiero?

Saber algo y no poder hacer nada al respecto es peor que no saber nada. ¿Para qué saber todo si la mierda rebalsa? 

Les dejo una foto de Mahatma Gandhi, que no tiene nada que ver con esto pero siempre garpa y además lo respeto.


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